Dice el ministro de economía, Luis de Guindos, que hay que pasar del ladrillo al conocimiento.
Como declaración pública puede valer. Queda bonito. Sin embargo me pregunto si el ministro es consciente de la situación actual de la economía del conocimiento, en la que unos pocos paises acaparan casi todos los ingresos por propiedad intelectual, y una mayoría de países apenas existimos (incluyendo a España).
Una auténtica apuesta por la economía del conocimiento pasaría por reforzar la I+D, las universidades, el sistema educativo, el software libre, la cultura libre ¿Pero piensa el ministro Wert apostar por la economía del conocimiento o piensa privatizar el conocimiento?
Una auténtica apuesta por la economía del conocimiento pasaría no solo por el fomento del uso de medicamentos genéricos, sino por un programa de I+D orientado a la creación de nuevos medicamentos libres ¿Ha pensado en esto la ministra Mato?
Una auténtica apuesta por la economía del conocimiento pasa, también, por una agricultura y una ganadería que no dependa de licencias y patentes genéticas como las que tanto le gustan al ministro Cañete.
Incluso nuestra futura política energética está en juego, ya que tanto los cultivos de biomasa como las tecnologías de obtención de energía solar, eólica, hidroeléctrica y demás dependen de patentes, licencias y otras formas de propiedad intelectual.
Como ya he dicho, queda bonito. La realidad es otra cosa.
Como declaración pública puede valer. Queda bonito. Sin embargo me pregunto si el ministro es consciente de la situación actual de la economía del conocimiento, en la que unos pocos paises acaparan casi todos los ingresos por propiedad intelectual, y una mayoría de países apenas existimos (incluyendo a España).
Una auténtica apuesta por la economía del conocimiento pasaría por reforzar la I+D, las universidades, el sistema educativo, el software libre, la cultura libre ¿Pero piensa el ministro Wert apostar por la economía del conocimiento o piensa privatizar el conocimiento?
Una auténtica apuesta por la economía del conocimiento pasaría no solo por el fomento del uso de medicamentos genéricos, sino por un programa de I+D orientado a la creación de nuevos medicamentos libres ¿Ha pensado en esto la ministra Mato?
Una auténtica apuesta por la economía del conocimiento pasa, también, por una agricultura y una ganadería que no dependa de licencias y patentes genéticas como las que tanto le gustan al ministro Cañete.
Incluso nuestra futura política energética está en juego, ya que tanto los cultivos de biomasa como las tecnologías de obtención de energía solar, eólica, hidroeléctrica y demás dependen de patentes, licencias y otras formas de propiedad intelectual.
Como ya he dicho, queda bonito. La realidad es otra cosa.
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