Para empezar hay que dejar claro que, de momento, se trata de una propuesta que debe ser aprobada por unanimidad por los 28 estados miembros, incluyendo aquellos estados en los que las empresas díscolas (entre otras, gigantes tecnológicos como Google, Microsoft, Amazon o Apple) pagan los impuestos correspondientes a sus ventas en toda la Unión Europea.
Una vez aprobada la nueva normativa esta debe ser traspuesta a las legislaciones de cada país. En teoría esto debería hacerse antes del final de 2014.
A partir de entonces dicha legislación debería obligar a las empresas a tributar de forma adecuada ¿Pero representará esto alguna novedad? Ya veremos: el hecho es que, con la normativa actual, Microsoft (por poner un ejemplo) no parece tener ninguna prisa en pagar millones de euros a la hacienda española, ni siquiera aunque Hacienda cree una oficina para tratar este y otros casos.
En realidad tampoco las administraciones públicas españolas parecen tomarse en serio nada de esto, ya que al menos podrían dejar de contratar con las empresas morosas, pero no parece ser el caso. Tal y como ya he comentado en alguna ocasión...
- En abril el Gobierno de Aragón formalizó con Microsoft Ireland por valor de 650.000 euros.
- En junio la Diputación de Guipuzkoa, 835.000 euros, también con Microsoft Ireland.
- En julio la Generalitat de Catalunya, un contrato por 7.700.000 euros, otro por 7.500.000 euros y otro por 23.000.000 de euros. El mismo mes el Gobierno de Extremadura firma otro contrato de 2.800.000 euros.
Así que perdonen si no me emociono demasiado con las promesas de la Comisión Europea.