sábado, 15 de septiembre de 2012

Propiedad privada versus acceso


La economía industrial se ha organizado en torno al concepto de “propiedad privada”, que aplicado a bienes físicos (recursos naturales, instalaciones, infraestructuras, fábricas, etc) significa que el acceso a dichos recursos es solo accesible a algunas personas, excluyendo al resto. Cuanto mas escaso sea un recurso mayor es su valor para el mercado.

La economía posindustrial, sin embargo, se basa en gran medida en información y conocimiento, bienes no materiales que, por su propia naturaleza, pueden ser reproducidos de forma ilimitada a un coste despreciable y puestos así a disposición de todo el mundo. Los mecanismos tradicionales del mercado, que valoran mas un producto cuanto mas escaso es, son incapaces de gestionar adecuadamente estos bienes informáticos, y dedican (infructuosamente) grandes cantidades de recursos a provocar una escasez artificial en unos bienes que tienen una tendencia natural a la abundancia.

En una especie de huida hacia adelante las empresas que intentan industrializar el conocimiento utilizan términos como “robo” y “atentado contra la propiedad intelectual” a todo acceso a la información ejercido mas allá de su control. Sin embargo, a diferencia del robo de bienes materiales, el acceso de alguien a cierto paquete de información no suele implicar que otra persona sea excluida del uso y disfrute de dicho paquete, sino que el número de personas que disfrutan de él aumentan, lo que representa un enriquecimiento de la comunidad. Los modelos económicos basados en el concepto de “propiedad” son incapaces, por lo tanto, de admitir los beneficios de la copia ilimitada de un recursos. Los nuevos modelos económicos no deberían cuantificar la propiedad, sino el acceso: la calidad de vida no aumenta por tener un recurso en exclusiva, sino por tener acceso a un recurso.


Las implicaciones de esta idea van mas allá de los meramente filosófico para entrar en el terreno de la estrategia. Un ejemplo habitual es el caso de las empresas que gestionan recursos como el agua, la telefonía, el genoma de las semillas o la cultura, y que han adquirido tal poder que desde sectores próximos a la izquierda se suele reclamar su nacionalización. En muchos casos la nacionalización puede ser una estrategia equivocada:
  • Puede nacionalizarse una finca, una fábrica, una red de hilos de cobre o cualquier infraestructura, por ejemplo, y ponerla bajo control de las administraciones públicas o, lo que es lo mismo, del pueblo.
  • Pero ¿Qué sentido tiene nacionalizar un fondo editorial, una colección de archivos musicales o de genomas de especies vegetales? ¿Se expropia a sus actuales titulares para poner los bienes bajo control del pueblo? ¿Y no querrá el pueblo pleno acceso a sus propios bienes, o será esperable que el propio pueblo se restrinja a sí mismo el acceso a los bienes que acaba de adquirir? Y, si el propio pueblo desea que todo el pueblo tenga acceso a los bienes de todo el pueblo, siendo ello físicamente posible (es difícil que todo el pueblo acceda a una instalación industrial, pero no lo es que todos accedan a una determinada publicación en Internet, por ejemplo) ¿no sería mucho mas sencillo liberar el bien, simplemente negando a la empresa “propietaria” su exclusividad sobre el recurso en cuestión, y aceptando que todo el mundo tenga libre acceso a ese bien? Es por esto que ciertos bienes, en lugar de nacionalizarse, deberían ser liberados.

La cuestión es ¿Debe una sociedad tolerar la existencia de empresas cuyo modelo de negocio se basa en generar y gestionar escasez de recursos informáticos? Las multinacionales semilleras, como Monsanto o Cargill, funcionan así (reduciendo la biodiversidad agrícola y gestionando, mediante patentes y licencias, los escasos recursos disponibles) ¿Qué empresas de los sectores del software, la cultura, la farmacia y otros enriquecen a la comunidad aumentando su acceso a recursos y cuales lo reducen? ¿Es estratégicamente rentable "nacionalizar" o "expropiar" estas "empresas parasitarias" o, simplemente, deberían liberarse en mayor o menor grado sus "derechos de propiedad intelectual"?

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