Dice María Dolores de Cospedal que las razones de la huelga de mañana "son mas políticas que laborales" y, por lo tanto, considera que la convocatoria no es legítima.
Estas declaraciones de Cospedal recuerdan a aquel personaje de "El Padrino", la novela de Mario Puzo llevada hace años al cine, que decía aquello de "no es nada personal, solo son negocios". Al igual que el personaje de la novela Cospedal pretende delimitar los límites de lo que es política y lo que no lo es.
Pero la mayor parte de los que mañana hagan huelga y/o participen en alguna manifestación no diferencian entre política y no política. No distinguen entre "personal" y "negocios", porque la precariedad en el empleo, el miedo a perder el techo bajo el que duermen, los recortes en sanidad, educación y otros servicios públicos, la rebaja en el poder adquisitivo de los pensionistas, la opacidad de las administraciones públicas, la indefensión frente a los poderosos... es todo uno: para quien está abajo resulta difícil desligar unas cuestiones de otras. Esta es, por lo tanto, una huelga inevitablemente política, claro.
En la antigua grecia había dos tipos de ciudadanos: los que se interesaban y participaban en la gestión de los público y los que solo se preocupaban de sus propios negocios. Los primeros eran llamados "polites", y los segundos "idiotes". Curiosamente Cospedal es una "polite" a la que solo le gustan los "idiotes".
Si se queja Cospedal de que la huelga sea mas "política" que "laboral" ¿No será porque, quizá, sea ella mas "idiotes" que "polites"?